viernes, 19 de octubre de 2012

¿Sabes cómo le afecta el frío a tu piel?

El otoño comienza a hacerse fuerte y poco a poco nos enfrentamos a días más fríos. Y precisamente esta bajada de temperaturas no es la mejor aliada de nuestra piel, pues se convierte en el mejor caldo de cultivo para que se pongan de manifiesto problemas cutáneos como las rojeces, que suelen padecer las personas de piel sensible. Aunque en sus inicios no reviste más problemas que los puramente estéticos, los dermatólogos opinan que desde los primeros síntomas deben tomarse las medidas oportunas, porque en torno a los 35 o 40 años puede derivar en rosácea, una afección dérmica mucho más severa

El frío causa vasoconstricción en los capilares de la piel, los capilares se contraen disminuyendo la irrigación. Esto causa que no lleguen suficiente oxigeno ni nutrientes a las células de la epidermis, dejando la piel con un aspecto apagado. También se retrasa el ciclo de la renovación celular y se acumulan las células muertas, causando una sensación de tirantez y falta de confort debido a que esta capa de células muertas impide que la secreción sebácea natural de la piel llegue a la superficie para lubricar y nutrir la epidermis, dejando la piel seca y sensible.

Utilizando productos como serums y cremas hidratantes específicas contra las rojeces, podemos proteger y reforzar los capilares de la piel para prevenir su aparición. En Darphin, la línea Intral (específica para pieles sensibles) trabaja con extractos de espino y peonía que trabajan a nivel de la microcirculación luchando contra las rojeces y aportando colágeno a las paredes de los capilares para reforzarlos y evitar su permeabilidad.
Las pieles más secas, finas y claras suelen ser más propensas al enrojecimiento cutáneo ya que tienen menos glándulas sebáceas y, por lo tanto, la barrera protectora de la piel debilitada. Al ser más finas, visualmente se percibe la microcirculación más a la superficie de la piel.

Un cambio climático extremo durante un periodo de tiempo acumulado puede debilitar los capilares de la piel: el calor dilata los capilares mientras el frío los constriñe. Si los capilares se debilitan, acaban siendo más permeables y esto puede causar cuperos visibles en la superficie de la piel o la condición cutánea que conocemos como cuperosis.

martes, 9 de octubre de 2012

Trucos de maquillaje para disimular pequeños defectos






Toma buena nota de estos pequeños trucos:

Nariz muy prominente
Cuando no nos gusta, lo que debemos hacer es centrar la atención en otro punto de nuestro rostro. Lo ideal es dar más importancia a los ojos. El colorete también se transforma en un ‘arma’ muy importante. Hay que aplicarlo como si fueran dos pequeñas chapetitas de rubor, sin pasarse. ¿Dónde? Sonríe y encontrarás el punto exacto: en los pómulos y hasta la sien. Además, jugando con dos tonos de la base de maquillaje (uno oscuro para hundir o estrechar y otro un poco más claro para agrandar, dar luz y resaltar) también se pueden obtener los resultados deseados.

Cuestión de labios
Estrechos, gruesos, descompensados... Todos tienen solución si se hace con un buen perfilador del mismo tono que sus labios. Así conseguirás dar la forma deseada. Fundamental: rellenar el labio con el mismo perfilador y es mejor si su fijación es duradera. Para dar volumen, lo mejor es aplicar gloss en el labio que lo necesite, pero sólo en el centro.

Mentón muy marcado
Es difícil de disimular, por eso es mejor trasladar la atención hacia la parte superior de nuestro rostro: ojos, pómulos, frente… En estos casos son muy útiles los iluminadores y el colorete, que deberás utilizar en la parte que quieras resaltar. El colorete debes aplicarlo desde los pómulos hasta el hueso de la sien.

Frente despejada
No sólo puedes disimularla con el peinado. También en este caso los polvos de sol te ayudarán. Aplica sobre la base de la frente, justo en la línea de la raíz del pelo, una pequeña sombra de polvos de sol. En verano dan un resultado fantástico.

Ojos separados, juntos o hundidos
Lo mejor es ahumarlos para que parezcan más cercanos y acercarlos al lagrimal. Las reglas básicas son: las sombras oscuras hunden, y debes aplicarlas en el párpado móvil, cercanas al lagrimal. Las claras aumentan su tamaño, así que déjalas para la parte superior. Tus mejores aliados: el eye liner, que debes difuminar hacia el rabillo del ojo, y la máscara, que debes aplicar sólo arriba.
Si por el contrario, están muy juntos: la zona del lagrimal debe estar más clarita, así creará un punto de luz y parecerá que la distancia entre un ojo y otro es mayor. Un truco: difumina la sombra del párpado hacia la sien y aplícate la máscara de pestañas sólo en la parte final de las pestañas superiores.
Para los ojos hundidos, utiliza colores claros. Olvídate de las tendencias de los ahumados, sólo conseguirás hundirlos más. Usa el eye liner para espesar la línea de las pestañas y recuerda que el iluminador te ayudará a resaltar el ojo.

Cejas muy espesas Puedes acudir a un centro de estética para que den a las cejas la forma y el color que deseas pero, si lo haces tú misma, puedes aplicar un tinte que las aclare un tono para que no parezcan tan densas.

Adiós a las ojeras Tienes infinidad de correctores en el mercado y también puedes usar una base de maquillaje uno o dos tonos más clara que la habitual, o bien un iluminador encima de tu base de siempre

Cómo hay que lavarse el pelo correctamente

 Lavarnos el cabello es una tarea incorporada dentro de nuestra ducha diaria. Sin embargo, de acuerdo a tu tipo de cabello en particular, existen algunas técnicas para obtener los mejores resultados.
Si llevas un estilo de cabello corto o las hebras de tu cabello son demasiado finas, se recomienda lavarlo todos los días, siempre con un shampoo suave.
Si tu cabello es largo, grueso, combinado o una combinación de todos ellos entonces debes lavarlo de 3 a 4 veces por semana. Si el cabello es muy largo, el aceite natural del cuero cabelludo tardará más en llegar hasta las puntas y muchas veces nos lavamos la cabeza antes que esto suceda y por lo tanto personas con estos tipos de cabello sufren de puntas resecas. Lo mejor es lavarse el cabello cada dos días para   que las puntas sean lubricadas. El shampoo a usar para estos tipos de cabellos es siempre uno con cualidades humectantes.
Realizar un reacondicionamiento 1 o 2 veces por semanas es una buena idea. Especialmente si tu cabello sufre de frizz o es teñido, ya que estos cabellos tienden a ser más porosos
Para mantener tu cabello limpio, brillante y saludable sigue las siguientes pautas:el correcto lavado de pelo no es como creíamos dejando nuestro cuero cabelludo en carne viva como las geishas ¡no! Así lo que conseguimos es enredar el pelo y quebrarlo. Y el cuero cabelludo a la larga segregará más grasa.
Primero... nunca apliques el champú directamente sobre el cabello, sino en las manos, para que lo puedas emulsionar correctamente. Luego el lavado se divide en dos partes: primero masajearemos suavemente el cuero cabelludo con jabón; la segunda, corresponde a la melena en sí. Has de deslizarla entre las palmas de tus manos de arriba abajo. Ni frotar ni revolver porque se quiebra el pelo. Cojes un mechón entre tus manos y subes y bajas a lo largo del mechón. Ni enredas ni quiebras la hebra de pelo.
La temperatura del agua debe estar templada ya que si está muy caliente puede dañar el cabello y si está muy fría quizá no elimine la grasa del cuero cabelludo por completo.
Por último, tras el lavado es aconsejable proteger el cabello con un acondicionador adecuado ya que el frío, el cloro y el sol pueden debilitar nuestro cabello.




¿Lo haciais así?


  • Sólo usa un shampoo que sea específicamente formulado para tu tipo de cabello.
  • Evita el secador de pelo. Lo mejor es eliminar los excesos de agua con la toalla  y dejarlo secar al aire libre.
  • Cortarte las puntas y usar el secador de pelo sólo esporádicamente ayudará tremendamente a que tu cabello luzca saludable.
  • Cepillarse el cabello cuando esta aún mojado es una muy mala idea.
¿Cómo se debe lavar el cabello?